Sobre mi

Hola, soy Erika Victorero,  Psicóloga, Coach, madre, esposa, hija y una eterna aprendiz.

Mi vocación y mi pasión es acompañar a las personas en su camino de crecimiento y bienestar personal.

Un rasgo que me atrevo a destacar de mí misma, es mi completa implicación en lo que hago. Tanto a nivel profesional como personal. Si un paciente deposita en mí su confianza para abordar cualquier cuestión, encontrará mi máxima entrega y empeño para resolverla juntos.

Soy una fiel creyente de que aquel que se propone mejorar, cambiar e intentar sentirme mejor o aliviar aquel malestar que le aqueja, puede lograrlo.

Debe tener la valentía para reconocer que necesita ayuda y luego solicitarla, dedicarse el tiempo, la dedicación y el compromiso necesario para ocuparse a consciencia de sí mismo, ya que solo su relación con los demás que los rodean, con los retos que esta vida nos trae, sólo mejorará cuando comience a trabajar en la relación que tiene con sí mismo.

Como Viktor Frankl (psiquiatra y prisionero de un campo de concentración) indicó:“ El hombre es su propio determinante. Lo que alcanza a ser, considerando las limitaciones de su capacidad y su entorno, tiene que construirlo él mismo».

Sobre mi

Mi nombre es Erika Victorero, soy Licenciada en Psicología, cuento con un Posgrado en especialización en Clínica Psicoanalítica, además de estudios avanzados en Mediación comunitaria y una diplomatura en Coaching personal, para empresas y ejecutivos.

Mi amplia experiencia laboral, tanto en el área clínica como en el campo comunitario y de orientación vocacional y/o laboral, desde el 2005, me permiten ofrecer un espacio de atención terapéutico holístico, eficaz, confidencial, y seguro.

Mi vocación y mi pasión es acompañar a las personas en su camino de crecimiento y bienestar personal.

Soy esposa, madre, e hija y trabajo para respetar mi esencia cada día.

Mi experiencia personal, al vivir desde hace más de una década en el extranjero, no solo he tenido que aprender un nuevo idioma o entender las idiosincrasias culturales de mi nuevo hogar, además he desarrollado habilidades resilientes, que me han permitido aprender otra manera de vivir y de trabajar, fusionando con mi identidad cultural, con todo aquello que si bien me hace diferente, también me hace única, intentando unir lo mejor de las dos culturas, tratando de ser fiel a mi misma, a mis motivaciones y deseos, me han forjado como profesional y como persona, enriqueciendo mis nociones académicas.